Ofrece un paralelismo creativo entre la gestión medio ambiental y la forma de entender y gestionar las emociones. Hay dos valores claves: la responsabilidad y la conciencia del impacto emocional global. Todo lo que hacemos y todo lo que dejamos por hacer tiene consecuencias dentro del ecosistema humano
Puntos fundamentales para una mejor visión del mundo emocionalmente ecológico:
Sostenibilidad emocional
Un mundo interior y exterior emocionalmente más ecológico no se improvisa ni se encuentra hecho. Hay que tomar conciencia de que formamos parte de un ecosistema humano y natural, en el cual todos somos piezas importantes y que influimos en el conjunto. Nuestras acciones y nuestra pasividad tienen un impacto en el clima emocional global, haciendo que aumente el desequilibrio, el sufrimiento, la enfermedad y la destructividad, o el equilibrio, la armonía, el bienestar y la creatividad.
Somos responsables de la persona que somos y corresponsables del mundo que tenemos. Apostar por la sostenibilidad emocional es ser inteligente.
Hay que reducir el nivel de tóxicos que emanamos, reutilizar y reciclar capacidades y habilidades adormecidas, y reparar heridas para conseguir la armonía.
Para tener una vida emocionalmente sostenible es necesario trabajar las tres 'R':
- Reducir los contaminantes emocionales
- Reciclar recursos y emociones
- Recuperar la armonía
CÓDIGO ÉTICO DE LA ECOLOGÍA EMOCIONAL
Dado que la ecología emocional nace con voluntad de aplicarse, y trata con contenidos emocionales delicados y sensibles, es preciso que beba de unas fuentes éticas que garanticen la máxima seriedad y respeto a las personas. Estos son los principios que la nutren:
- Principio de unicidad
- Principio de realidad
- Principio de libertad
- Principio de responsabilidad
- Principio de respeto
- Principio de prevención
- Principio de sostenibilidad
- Principio de crecimiento paralelo
- Principio de coherencia
- Principio de acción
- Principio de conservación
Las leyes de la ecología emocional
1. Ley de la diversidad y riqueza de afectos:
La vida natural depende de su diversidad y riqueza. (Todos los afectos son necesarios.)
2. Ley de la interdependencia afectiva:
Toda las formas de vida dependen entre sí. (Somos sistemas de energía abiertos y nadie es emocionalmente autosuficiente. Todo lo bueno que hacemos tiene un impacto positivo en el Universo, lo desadaptativo perjudica a todos)
3. Ley de la gestión ecológica de los recursos afectivos:
Todos los seres vivos y todos los recursos son limitados. (Hay que hacer una buena gestión de los afectos. Su mala gestión puede acabar agotándonos y destruyéndonos).
Las 7 leyes de la gestión ecológica de las relaciones:
- Ley de la autonomía: Ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán.
- Ley de la prevención de dependencias: No hagas por los demás aquello que ellos pueden hacer por sí mismos.
- Ley del boomerang: Todo lo que haces a los demás, también te lo haces a ti mismo.
- Ley del reconocimiento de la individualidad y la diferencia: No hagas a los demás aquello que quieres para ti, pueden tener gustos diferentes.
- Ley de la moralidad natural: No hagas a los demás aquello que no quieres que te hagan a ti.
- Ley de la autoaplicación previa: No podrás hacer ni dar a los demás aquello que no eres capaz de hacer ni darte a ti mismo.
- Ley de la limpieza relacional: Tenemos el deber de hacer limpieza de las relaciones que son ficticias, insanas y que no nos permiten crecer como personas.
Si quieren saber más o profundir sobre el tema les recomiendo la página: www.ecologiaemocional.org
Un saludo,
Montse.