Una noticia muy interesante, la pego aquí y así podemos comentarla:
‘Una tercera parte del capital privado mundial está en paraísos fiscales’
Autor: Redacción/Daniel Jiménez.
Foto: Annie Yumi Joh, responsable de Fianzas Éticas en SETEM. Cortesía de SETEM Madrid.
‘Una tercera parte del capital privado mundial está en paraísos fiscales’
Nueva entrega de la campaña de entrevistas “Otra economía es posible”, con la que queremos dar el protagonismo a las voces de la economía solidaria en estos momentos de gran incertidumbre por la crisis mundial. Hoy entrevistamos a Annie Yumi Joh, responsable de Finanzas Eticas de SETEM. El objetivo de esta campaña es contribuir al desarrollo sostenible desde el sistema financiero, apoyando iniciativas que luchan por la justicia social y la protección de nuestros recursos naturales.
NOTICIAS POSITIVAS: La mayoría de los análisis realizados por los expertos señalan que la falta de control del sector financiero es la principal culpable de la crisis mundial. ¿Comparte SETEM estas opiniones? ¿Echa de menos algún factor en dichos análisis?
Annie Yumi Joh: Desde luego SETEM comparte esta visión y además, añadiríamos que la falta de restricción a los movimientos de capitales, la opacidad de los movimientos de capital, la ineficacia de los organismos reguladores y la impunidad de los bancos también han contribuido a esta situación. Cabe destacar que los movimientos sociales, como ATTAC, llevan muchos años alertando sobre las consecuencias de estos problemas. El fracaso de este modelo nunca ha sido tan evidente y ha sido demostrado por la crisis alimentaria y energética.
Aparte de estos factores, el problema de fondo ha sido la visión cortoplacista de generar riqueza a toda costa. La proliferación de los hedge funds, el abuso de los paraísos fiscales y la especulación desfrenada son productos de la mentalidad cortoplacista y en este camino destructivo, hemos visto disolverse muchas consideraciones sociales y medioambientales.
N+: Los gobiernos de los países más desarrollados están decididos a inyectar el dinero que haga falta para impedir el hundimiento del sector financiero. Lo que no explican es que, con estas inyecciones de capital, no sólo están salvando a los bancos, sino que además están posibilitando que sigan adelante muchos proyectos financiados por estas entidades que son más que cuestionables.
AYJ: Además, nos hacen preguntar por qué después de años de apostar por la privatización y la no intervención gubernamental, los países más industrializados toman la postura hipócrita.
N+: Se habla mucho de la extraordinaria solidez del sistema bancario español, y en particular se suele poner como ejemplo a los dos grandes bancos, el Banco Santander y el BBVA. En SETEM se está desarrollando una campaña que precisamente cuestiona la forma de proceder de ambas entidades, a las que se les exige que actúen con más responsabilidad. ¿Por qué son irresponsables?
AYJ: Ambos bancos deben asumir mayor responsabilidad y ser conscientes de su influencia extraordinaria en el mundo hoy día. Estos bancos tienen un papel indiscutible en canalizar dinero a empresas muy poco éticas, a gobiernos corruptos y proyectos de mucho riesgo humano y medioambiental. Tanto el BBVA como el Santander están financiando proyectos en América Latina con el fin de beneficiarse económicamente y, a la vez, pasar los costes sociales y medioambientales a los países anfitriones. El proyecto de extracción y distribución de gas natural llamado Camisea en Peru, en el cual BBVA está financiando a la empresa Tecpetrol del consorcio, ha causado la disminución de un 50% de la población de la reserva Kugapakori Nahua. El Santander, a su vez, está financiando el proyecto del Complejo Hidroeléctrico del Río Madeira en la Amazonia Brasileña. Aparte de la destrucción del medioambiente (en este último año, la desforestación ha aumentado un 600% en la zona del proyecto), se calcula que aproximadamente 4.000 familias se verán desplazadas sin compensación adecuada. Ambos proyectos violan normas internacionales de derechos humanos y SETEM, junto con otras organizaciones, trabaja para proteger los derechos fundamentales de las personas afectadas y mitigar el daño medioambiental. Toda la información está en la web
www.finanzaseticas.org
N+: ¿Qué medidas deberían implantarse en el sistema financiero internacional para hacerlo más ético y transparente? ¿Deberían adoptarse normas nacionales, o incluso internacionales?
AYJ: SETEM coincide y apoya algunas recomendaciones de ATTAC, tales como la implementación de la Tasa Tobin, una tasa global sobre los movimientos de capital entre naciones.
Además, defendemos una serie de medidas básicas.En primer lugar, la prohibición del uso de los paraísos fiscales y los centros off-shore. Es necesario dar un mayor impulso a la cooperación internacional: los dirigentes del mundo deben diseñar una nueva arquitectura financiera y económica sobre la base de políticas democráticas que controlen los mercados financieros. En este contexto, La ONU es una buena herramienta para establecer un fondo internacional de emergencia financiado por impuestos sobre el capital. Al mismo tiempo, todos los instrumentos financieros tienen que entrar en el sistema de regulación de cada país. También sería necesaria una regulación más estricta de las agencias de “rating”. A todo esto se sumaría el abandono de la implementación del anexo del Acuerdo General sobre el Mercado de Servicios (GATS por sus siglas en Inglés), que presiona a los países en vías de desarrollo para vulnerar sus economías. Cada país debería tener la libertad de imponer controles de capital.
Por último, y situándonos en el marco europeo, tendría que apostarse por la paralización del proceso de ratificación del Tratado de Lisboa para emprender la reformulación de un nuevo marco constitucional para Europa, lejos del neoliberalismo, además de convocar elecciones a un Parlamento Constituyente y la correspondiente redacción de una nueva Carta Magna, discusión y aprobación por los distintos Parlamentos Nacionales y aprobación mediante referéndum europeo.
N+: Otro asunto que preocupa especialmente a SETEM es el de los paraísos fiscales, que han encontrado un caldo de cultivo más que favorable durante los últimos años de locura financiera. ¿Se han realizado estimaciones sobre el volumen de estos paraísos fiscales?
AYJ: Sí, unos 11,5 mil billones de dólares de capital privado, que es aproximadamente un tercio del capital privado del mundo. Unos 225 mil millones de este dinero permanecen fuera de los sistemas de regulación financiera del país de origen.La pérdida estimada para los países del sur debido a la existencia de los paraísos fiscales son unos 500 mil millones de dólares al año.
N+: También se habla en estos días de la cumbre que reunirá el próximo mes de noviembre a los principales líderes mundiales en la ciudad de Nueva York. Allí abordarán la “refundación del capitalismo del siglo XXI”, como señala el presidente de la República Francesa y de la UE, Nicolas Sarkozy. Este nuevo capitalismo, ¿será mejor o peor que el actual? ¿qué debemos pedir a estos líderes políticos?
AYJ: Claro que todos estamos esperando que sea mejor que el actual. Pero nos encontramos en una bifurcación crítica, y hay que tener mucho cuidado para que no sigan dando la prioridad a los ‘jugadores del templo de las trampas’. Primero, los gobiernos deben tener la voluntad política de regularizar el sistema financiero internacional con organismos supervisores independientes. Hay muchos países industrializados que no quieren estar regulados.
No se debería socializar las pérdidas para mantener un sistema donde las ganancias siguen fluyendo hacía los bolsillos de los más ricos, fomentando un sistema no democrático y tremendamente injusto.
Hay que imponer los cambios que se mencionaron previamente, y pedir a los líderes políticos que escuchen los consejos de la sociedad civil e implementen los cambios estructurales citados anteriormente. Si hubieran escuchado nuestras advertencias sobre la naturaleza imperfecta del mercado financiero y se hubieran dado cuenta de que faltaba regulación, a lo mejor habríamos podido evitar esta crisis.
N+: Acabemos con un mensaje positivo. ¿Esta crisis puede ser también una puerta a otro mundo más justo, equilibrado y sostenible?
AYJ: Desde luego nos presenta una oportunidad de cambio ya que se ve que el sistema actual no funciona. Ahora mismo, se está movilizando las organizaciones de la sociedad civil para trabajar propuestas de mejora a la hora de construir un modelo más sostenible, más democrático y menos abusivo. De hecho, se celebrará una reunión en Madrid de la red de BankTrack durante la primera semana de noviembre para elaborar una propuesta de cambio. La envergadura de esta crisis hace ver a toda la sociedad cómo nos afecta a cada uno de nosotros. Entre todos, es el momento de plantear nuevas propuestas, reestructurar los valores y velar por un mundo más justo.